Lily, cada verano se folla a algún chico de su grupo de amigos del apartamento. Se trata simplemente de un amor de verano y todos los años le ve a alguien algo especial o diferente. Eso sí, al que siempre tiene en el radar es a su vecino del tercero del edificio de enfrente de su residencial. Él es 2 años más mayor que ella pero desde hace varios años que se masturba imaginando cómo es su polla y cómo se lo follo.
Un día coincidieron en la piscina de la urbanización y él no paraba de mirarla. Fue el socorrista el que los presentó. Esa misma tarde, ella fue a su casa porque los padres de él no estaban.
Ella fue la que empezó a chuparle la polla. A continuación, se subió encima de él pero dándole la espalda. Jose, su vecino estaba flipando con lo cómoda que se manejaba su vecinita en la cama. ¡Cómo lo estaba gozando! Después de estar varios minutos así, él quiso demostrar lo buen empotrador que es y la puso a 4 patas para darle bien fuerte. Ella mientras tanto no paraba de gemir y de correrse. Estaba mojando todas las sábanas de la cama de matrimonio de los padres de su vecino. A continuación, él empezó a comerle el coño, demostrando así su habilidad con la lengua. Ella, que no quería quedarse atrás, quiso también demostrarle lo bien que se le da chupar pollas, así que, se puso manos a la obra. Antes de correrse, él se puso encima de ella, le abrió las piernas hasta que se corrió encima de su monte de venus.
